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Repercusiones del cambio climático: estudios de casos

El cambio climático no son sólo datos y tendencias: tiene consecuencias serias para el bienestar de las personas y del planeta.

En el último informe sobre impactos y adaptación, el IPCC afirma que el cambio climático provocado por las actividades humanas, «ha causado efectos adversos generalizados y pérdidas y daños conexos para la naturaleza y las personas, más allá de la variabilidad natural del clima». Algunos de esos efectos se están produciendo lentamente y «entre bastidores», manifestándose en tendencias a largo plazo en las temperaturas y las precipitaciones u otras variables climáticas. También los presenciamos en las alteraciones de los ecosistemas, cuando plantas y animales se mudan de hábitat o incluso desaparecen.

Otras huellas toman forma de fenómenos meteorológicos extremos, que los científicos pueden vincular o atribuir al cambio climático.. Sucesos extremos como las olas de frío, las lluvias torrenciales o las olas de calor, que son bastante improbables, pero capaces de acarrear consecuencias profundas, siempre han sido parte de la variabilidad natural del clima. Sin embargo, debido a nuestra influencia en el sistema climático, los seres humanos estamos «inclinando la balanza», por lo cual son cada vez más probables y tienen consecuencias cada vez más graves. En los informes del IPCC se emplea la expresión «más allá de la variabilidad natural del clima».

Gracias al ingenio y resiliencia de los seres humanos, muchas comunidades han encontrado modos de adaptarse tanto a los efectos climáticos agudos como a los de más largo plazo, minimizando la devastación que causan, pero a algunos, simplemente, resulta imposible adaptarse, y las pérdidas que ocasionan suelen ser irreversibles. A medida que retrasamos la adopción de medidas contundentes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, también perdemos capacidad de adaptación. Esto se debe en parte a que se está agotando el tiempo para algunas de las soluciones que podrían haber funcionado antes con grados inferiores de calentamiento. También se debe a la subida de los costes, así como a la disminución de adaptabilidad, por la que los seres vivos y las comunidades que sufren muchos impactos o demasiado frecuentes pierden la habilidad de recuperarse.

En esta profundización sobre el tema, veremos ejemplos recientes de fenómenos extremos de calor, inundaciones y sequías, cuyos vínculos con el cambio climático han sido capaces de identificar y cuantificar los científicos del clima que trabajan para el proyecto World Weather Attribution (WWA).

Tierra y océanos sometidos a calor extremo

Alisdare Hickson / Flickr

En la primavera y el verano de 2022, temperaturas anormalmente altas azotaron numerosas partes del mundo. En primer lugar, India y Pakistán, así como amplias zonas del sur de Asia, sufrieron una ola de calor unas 30 veces más probable debido al cambio climático, según las estimaciones del WWA.. Los científicos señalan que, aunque las olas de calor no son inusuales antes del monzón, la combinación de calor extremo y lluvias muy inferiores a la media tuvo consecuencias desastrosas para la salud pública y la agricultura, que se vieron agravadas por otros riesgos no meteorológicos, como la escasez de carbón, que provocó cortes de electricidad en la India. También tuvieron implicaciones de gran alcance para el resto del mundo, dado que el menor rendimiento de las cosechas de trigo perjudicó al abastecimiento mundial ya afectado por la guerra de Ucrania.

Posteriormente, en 2022, las olas de calor que tuvieron lugar en Europa durante el verano causaron trastornos considerables en la vida de las personas y en la actividad económica. En Francia, el calor excepcional interfirió en la producción de electricidad de las centrales nucleares, mientras que en el Reino Unido se registró la primera temperatura de su historia superior a 40 °C.. En un análisis de WWA se concluyó que, sin el cambio climático provocado por los seres humanos, eso habría sido sumamente improbable.

El calor extremo puede ser tan peligroso como en la tierra cuando sucede en los océanos. Los periodos prolongados de temperaturas anormalmente altas en la superficie del agua, denominados olas de calor marinas, han multiplicado su frecuencia e intensidad por más de 20 debido al cambio climático, según un estudio de 2020,. que también demostró que, de las siete olas de calor marinas de mayor impacto desde 1981, todas menos una podrían guardar relación con el calentamiento provocado por los seres humanos.

Inundaciones: lluvias y tormentas tropicales extremas

Bärwinkel,Klaus, CC BY-SA 4.0

En enero y febrero de 2022, Madagascar, Mozambique, Malawi y Zimbabue sufrieron una serie de tormentas tropicales. Tres fueron lo suficientemente fuertes como para calificarlas de ciclones tropicales. Causaron muertos y heridos, además de grandes daños a las infraestructuras, y sus consecuencias a largo plazo para el bienestar de comunidades locales sumamente vulnerables aún no se conocen del todo. El equipo de WWA fue capaz de demostrar que el cambio climático aumentó la probabilidad e intensidad de las precipitaciones asociadas a dos de las tormentas: la tormenta tropical Ana y el ciclón tropical Batsirai.

En 2021, hubo dos días de lluvias muy intensas que, combinadas con las condiciones meteorológicas húmedas previas y otros factores locales, provocaron graves inundaciones en Alemania y algunas partes de Europa occidental. Perdieron la vida más de 200 personas, y otros cientos, si no miles, sufrieron daños en viviendas e infraestructuras de transporte, o no tuvieron acceso durante algún tiempo a las medidas de evacuación y emergencia. Si bien es difícil detectar tendencias locales en las precipitaciones y sacar conclusiones sobre la mayor probabilidad de que se produzcan estos sucesos debido al cambio climático, el estudio de WWA indicó que es evidente la tendencia al alza en la zona más amplia de Europa occidental.

Sequía y escasez de agua

La escasez de precipitaciones debida a la sequía puede ser tan devastadora como las tormentas y las inundaciones. En el verano de 2022, la escasez de agua, los incendios y las pérdidas de cosechas en todo el hemisferio norte fueron consecuencia tanto de las altas temperaturas mencionadas anteriormente como de las excepcionalmente escasas precipitaciones, por lo que los suelos se secaron, sobre todo en Europa y China continental. El análisis de WWA determinó que la causa estaba más relacionada con las temperaturas superiores a la media que con la mayor escasez de precipitaciones, lo que significa que es más probable que nuestros sistemas agrícolas y energéticos encaren estos riesgos combinados a medida que el clima se caliente.

Recursos útiles

  • Un vídeo de AFP sobre impactos y desplazados
  • Friederike Otto, autora del IPCC y científica de World Weather Attribution (WWA), explica en un vídeo de 2 minutos cómo los investigadores relacionan el tiempo extremo con el cambio climático.